Llamamiento a las bodegas españolas
El pasado mes de junio en Barcelona las bodegas españolas asumieron una posición de liderazgo mundial para tratar de paliar los efectos del cambio climático. Es bien sabido que la viña es muy sensible a los cambios de temperatura, y todos los técnicos vitícolas coinciden en que un aumento de las temperaturas a lo largo de este siglo de entre 2 y 5ºC, comportará consecuencias catastróficas, sobre todo para la viticultura europea.
¿Qué será de nuestras denominaciones de origen si se produce este brutal incremento de temperaturas? No cabe duda de que los vinos serían diferentes, seguramente deberíamos recurrir a cambiar cepas con lo cual la calidad actual ya no estaría asegurada. Además, tendremos grandes problemas de escasez de agua para poder regar las viñas ya que la pluviometría será, con toda seguridad, inferior a la de la actualidad.
Por esto es muy importante este primer paso que dieron en junio de 2011 las bodegas españolas que, ahora, paulatinamente, se han ido adhiriendo al Protocolo de Barcelona, los diez puntos que conformaron el compromiso de las bodegas, que firmó el presidente de la Federación Española del Vino, Félix Solís, en presencia del enviado especial de la ONU para el Cambio Climático, Ricardo Lagos.
En el momento de escribir estas líneas, el día 17 de enero, ya son unas 70 las bodegas que han manifestado su interés, en principio, para adherirse al proyecto, y estamos seguros de que podemos llegar a final de marzo, con ocasión de Alimentaria, con un total de unas 150 bodegas.
La lista de las bodegas que se adhieran se comunicará a la prensa española y extranjera y servirá ciertamente de estímulo para otras bodegas españolas y también para que el ejemplo de España se extienda a otros países vinícolas del mundo.
Por lo tanto, quisiera hacer una llamada de urgencia a mis colegas españoles para que también se adhieran a este compromiso de las WCP. Inicialmente no adquieren ningún compromiso de inversiones en tecnología o energías renovables, pero sí que se les ayudará a iniciar los procesos, a evaluarlos y, llegado el momento, podrán decidir que camino prefieren seguir.
Yo estoy convencido de que las bodegas de España confirmaran esta posición de líderes a nivel mundial y que esto también será muy positivo para nuestras exportaciones y para la imagen, en general, a nivel mundial del vino español.
Enlaces Relacionados:Fecha de publicación: 22.01.2012 Miquel Torres
