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CAELIS

Per gener 24, 2014febrer 22nd, 2021Sense comentaris
Article de l’Acadèmica María Vives, publicat al seu BLOG

EL CIELO NO PUEDE ESPERAR, PERO TÚ ESPÉRAME EN EL CIELO “Pater noster qui es in Caelis…”

Caelis, Cielo, Cielo, Caelis, o mejor dicho, no debe esperar porque el cielo en Barcelona se llama Caelis, igual que en latín, y viene de la mano de un ángel con cara de “enfant terrible”   que se llama Romain Fornell. El y su socio en este nuevo aire del restaurante Eric Basset, Jefe de Cocina, han conseguido acercarnos el lujo y la ilusión de poder disfrutar de una estrella Michelin por sólo 39€ en un extraordinario, sorprendente y generoso menú de mediodía. De miércoles a sábado, manteniendo todas las cualidades de entorno, de la calidad del producto, y haciéndote sentir por un par de horas (no se debe de ir con prisas) como en el mismísimo cielo.

La calidez con la que te acogen los miembros del equipo  desde que atraviesas la puerta, hasta el trato que te dan durante todo el almuerzo es sublime. Capitaneados por el gran profesional Alain-Pierre Benteo, socio también del proyecto forman un grupo de profesionales que bailan en la sala perfectamente acompasados. La música ayuda a cuadrar  ese ambiente tan francés que te traslada a la época de Toulouse Lautrec, cálida, acogedora y muy romántica, con fucsias sutiles y negros sobrios y lámparas de araña impolutas que te invitan al susurro.

Se respira paz, y sus rincones llevan el sello galo que Romain sabe transmitir tan bien en todos y cada uno de sus locales.

El menú de mediodía, es para mí el mejor que he probado en Barcelona desde luego, como a este nivel, ninguno. Gran idea y  nuevos tiempos que requieren que empresarios, amigos, hombres de negocios, amigas charlatanas y familias que valoran el transmitir a sus hijos a disfrutar de la alta cocina y del  mejor servicio de sala, a precio razonable hagan que esta fórmula sea un éxito.

El postre merece capítulo aparte, y no quiero dejar de decir que para mí no  es una explosión, sino un pequeño guiño a la LUJURIA y un permiso “canalla” para poder comer con los dedos directamente desde el mantel sin que nadie te mire mal, porque todos los estamos haciendo.

No os puedo explicar las sensaciones que sentí porque para eso hay que acercarse al cielo. “Et te nos iducas in tentationen sed liberanos da malo…” y líbranos de la tentación, decía el Padre Nuestro en latín…. O no…. Yo ese día confieso que pequé…. Porque la tentación está en el cielo.

Gracias Romain por ser mi amigo, gracias por tu sonrisa sincera y…. espérame en el cielo….

María Vives
http://blueeyedprincess.com/2014/01/